Procedente, al parecer, del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, se encontraba éste Crucificado en la Sacristía del Hospicio de San Luis cuando en 1927 fue fotografiado por José María González Nandín para el Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla.
En 1942 pasó a la cercana Parroquia de San Gil, donde recibía culto hasta que fue solicitado por los cofrades de la Hermandad de los Dolores del Cerro, permiso que fue concedido por su propietaria, la Exma. Diputación de Sevilla, siendo trasladado al barrio del Cerro en 1981.
En esta fotografía, previa a las diferentes restauraciones de la Imagen, podemos contemplar el mal estado de conservación que sufría la talla, apreciándose entre otras cosas, la ausencia de diferentes partes de la propia corona de espinas.
En la segunda imagen, vemos al Crucificado en la pared y entre dos arcos de la Sacristía del Hospicio.
El Cristo que hoy recibe culto como el Stmo. Cristo del Desamparo y Abandono es una talla anónima de principios del siglo XVII, habiéndose atribuido recientemente al insigne escultor Francisco de Ocampo.
Es curiosa y apasionante la historia que tienen muchas de las tallas que hoy nos son tan familiares...
ResponderEliminarSaludos.
Pues sí, hace 100 años nadie hubiera apostado porque este Cristo fuera Titular de una Hermandad de Penitencia.
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