A pesar del espacio tan céntrico que opupa esta calle, denominada hasta 1874 como calle de la Mar, la actual García de Vinuesa no suele ser una vía muy transitada por nuestras cofradías, quizás debido a su perpendicularidad con la Carrera Oficial. Las tres fotografías con que hoy ilustramos esta cuestión fueron tomadas en los primeros años del siglo XX, con anterioridad a 1916, (ya que el Señor que figura en el paso es el atribuido al círculo de Pedro Roldán del que hablaremos en profundidad en otro momento) y con posterioridad a 1905, año en el que sale por última vez de Los Terceros.
Obsérvese el desorden de los acólitos, uno de ellos saludando entre risas a algún amigo entre el público y otro que ha sido alcanzado por el paso, el cual acaba de cruzar bajo una enorme pancarta publicitaria.
Tras el paso del Señor Atado a la Columna, avanza la comitiva de la Virgen de la Victoria entre la que se incluye el Libro de Reglas escoltado por dos varas que soportan el calor primaveral de aquella tarde de Jueves Santo. Prueba de la alta temperatura es la diferencia de público existente en una y otra acera, una bajo la sombra de los edificios y la otra con un sol de justicia.
El paso de palio de las Cigarreras, que lleva por entonces todavía los varales por dentro de las bambalinas, ha alcanzado la confluencia de las calles García de Vinuesa, Harinas y Castelar, por lo que gira para alcanzar ésta última. En la escena no nos deja de llamar la atención el niño vestido de marinero junto a un perro y el guardia cubierto por bombín.