Ya que nos encontramos en las vísperas del Corpus, vamos a intentar adentrarnos en una de esas costumbres que se siguen manteniendo gracias a esta celebración religiosa: el montaje de arcos efímeros.
Se tiene constancias del montaje de estas decoraciones efímeras allá por el siglo XIII, con motivo de las visitas de Alfonso XI y posteriormente de Pedro I. Pronto dicha costumbre prosperó en las festividades liturgicas.
Los arcos que hoy traemos son las fotografías más antiguas en cuanto a arquitectura efímera que hemos logrado encontrar, si bien no se trata de arcos realizados para ninguna cuestión litúrgica, sino que se trataba de los tres arcos que se erigieron con motivo de la visita de la Reina Isabel II a Sevilla en septiembre de 1862 (la Reina que da nombre al Puente de Triana).
El primero que vemos se encontraba situado junto a la Estación del Ferrocarril para dar la bienvenida a S.S.M.M. Por entonces la única estación se ubicaba en la zona de Plaza de Armas, estando el arco a la altura del Campo de Marte, aproximadamente donde hoy se sitúa la Calle Arjona. Desde allí la comitiva real se adentro por Reyes Católicos, San Pablo, Tetuán, Plaza Nueva y Avenida, por entonces llamada Gradas, donde se ubicó el segundo de los arcos que vemos.
El arco se encuentra situado justo delante de la puerta de la Parroquia del Sagrario y al fondo vemos la edificación que se corresponde con el antiguo Colegio de San Miguel. Tras detenerse la comitiva a rezar en la Catedral, salieron camino del Palacio de San Telmo, pasando bajo el tercero de los arcos que vemos, situado en la Plaza de Santo Tomás.
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