Nos trasladamos en esta ocasión al estudio del escultor Joaquín Bilbao en 1916. Allí se encontraba el ilustre y polifacético artista dando sus últimos toques a la que sería su única aportación cristífera a nuestra Semana Santa: El Cristo Atado a la Columna para la Hermandad de las Cigarreras.
Se trata sin duda de uno de los grandes incomprendidos artistas que han participado en la imaginería procesional, pues a pesar de su reconocimiento en diferentes facetas artísticas, no llegó a cuajar en cuanto a la religiosidad popular se refiere. El la imagen podemos ver al escultor junto a su inacabada obra.
El conocido como Cristo del Dolor salió por primera vez en la Semana Santa de 1916, siendo sustituido en 1938. Volvió a procesionar de forma esporádica el Jueves Santo de 1973 y en la actualidad se encuentra en las dependencias de la Hermandad.
En las diferentes ilustraciones que hoy traemos, la talla se encuentra aparentemente finalizada, pero aun sin policromar.
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