Para aquellos que piensan que las diferencias entre las hermandades de capa y las de cola se ciñen a una banda de música o a la forma de llevar los pasos, traemos hoy esta fotografía que fue tomada el Domingo de Resurrección de 1975.
Aquel Viernes Santo la lluvia apareció cuando la Hermandad de la Sagrada Mortaja se encontraba cerca de las naves de la Catedral, por lo que decidió quedarse allí guarecida, ante la insistencia de la lluvia que le impedía regresar.
Sin embargo, el regreso no fue como estamos acostumbrados a ver cuando una Cofradía retorna a su Templo un día diferente al de la Estación de Penitencia: los hermanos de la Calle Bustos Tavera decidieron, dando ejemplo de seriedad y compostura, desmontar del paso a sus Sagrados Titulares para llevarlos de una manera discreta en andas hasta su residencia, en una mañana que se nos antoja fría y con amenaza de lluvia, tal y como desprendemos de la indumentaria utilizada por los asistentes.
La fotografía fue tomada al inicio de recorrido, cuando la comitiva transcurría por la calle Francos y vemos como entre los dos Titulares figura el estandarte corporativo y que dos faroles flanquean a la Dolorosa.
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