En esta primera fotografía que traemos hoy, podemos ver el paso del Cristo de Burgos tal y como fue concebido por su autor y tal y como salió los primeros años, entre 1939 y 1944. La iluminación del paso consistía en cuatro grandes faroles de original diseño, realizados en madera oscura con aplicaciones de metal plateado (según las informaciones que hemos encontrado, aunque como veremos después, se trate de aplicaciones de madera tallada y dorada)
Los faroles, al igual que el resto del paso, eran obra de José Merino Sanjuan. En la segunda de las fotografías, contemplamos la salida del paso de la Parroquia de San Pedro en uno de aquellos años.
Tras entrar en desuso, los faroles pasaron a figurar en el paso del Cristo de la Buena Muerte, de la Hermandad de la Hiniesta, tan y como podemos contemplar en la siguiente fotografía tomada bajo las naves de la Santa Iglesia Catedral en la década de 1950. Podemos observar como la disposición de los faroles ha cambiado con respecto al paso del Cristo de Burgos, ya que aquí se disponen girados 45º, con lo que ofrecen al frente una de las aristas en vez de una cara del farol, alineándose de esta manera con los chaflanes tan característicos de la canastilla.
Al adoptar tambien la Hermandad de la Hiniesta los hachones como iluminación del paso, los faroles pasan a la localizad onubense de Zalamea la Real, donde aun hoy siguen iluminando cada madrugada al Cristo de la Sangre, de la Hermandad de la Vera Cruz, tal y como vemos en esta fotografía 2012 de WORDPRESS, en su apartado dedicado a las NOTICIAS DE ZALAMEA.
Si ampliamos la zona del farol, podemos comprobar, tal y como indicamos al principio, como no se trata de aplicaciones de metal plateado sobre la madera en su color, sino que más bien se trata de zonas de la propia talla en madera, que aparecen doradas en vez de barnizadas, dando al conjunto una indudable personalidad en línea con el conjunto del paso para el que fueron diseñados.
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