Si conocido es el pelícano de la Hermandad del Amor, así como el del paso del Silencio, hoy nos vamos a ocupar de uno de mucho menor tamaño y que pasa desapercibido para el gran público: el pelícano del respiradero trasero del paso de la Sagrada Expiración.
El ave haciéndose sangre para alimentar a sus polluelos simboliza el Amor de Dios hacia los hombres, derramando su propia sangre para alimentar a sus hijos.
La talla del paso correspondió a Rafael Fernández del Toro, siendo estrenado el Lunes Santo de 1940, como ya vimos en la entrada titulada ALGUNOS ESTRENOS DE 1940.
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