Al contemplar esta fotografía, seguro que el rostro de esta Dolorosa salida del taller del prolífico imaginero Castillo Lastrucci en marzo de 1966, les recuerda a alguna sus Imágenes Marianas. Y precisamente fue este parecido el motivo que llevó a los dueños de la talla, D. Esteban y D. Juan Pechero Guinea a firmar contrato en octubre de 1966 con D. Antonio J. Dubé de Luque para que la remodelara completamente, reformándo el rostro y manos de la Dolorosa. El plazo concertado fue de un mes y el precio estipulado de cuatro mil pesetas. Permanecieron intactas la parte posterior de la cabeza y el candelero, por ser éste de "de gran consistencia y perfecta ejecución".
En noviembre de 1967, una vez aceptada por la Hermandad la donación de los Srs. Pacheco, era depositada en el Convento de Santa Isabel (por entonces residencia de la Corporación), siendo bendecida bajo la advocación de María Santísima de la Soledad. Se da la coincidencia que Castillo Lastrucci fallecería tan sólo tres días después de la bendición. En 1968 Dubé de Luque realizó un nuevo juego de manos a la Dolorosa, siendo ya estas manos las que se aprecian en la segunda de las fotografías con que ilustramos la "cuestión" de hoy.
No me gustan ni lo veo ético entre compañeros el tocar una talla hasta tal punto yo no lo haría.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
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